Delicias.- A raíz del inicio de la pandemia, el Centro Regional de Autismo se vio obligado a suspender por cuatro meses las terapias presenciales para evitar la propagación del COVID-19, por lo cual se vieron afectados cerca de 18 niños, quienes sus padres no pudieron continuar con los tratamientos desde casa, dándolos de baja del Centro.
La directora de la asociación que brinda atención a todos los niños y personas adultas con este trastorno en toda la región centro sur, Yolanda Plascencia, informó que desde marzo hasta agosto estuvieron coordinándose con los padres para tratar de seguir con sus prácticas de manera virtual, sin embargo no todos tuvieron el tiempo, los recursos y la paciencia para poderlo practicar.
Así pues, actualmente con el semáforo en amarillo, pusieron en marcha las clases presenciales, atendiendo únicamente a cuatro niños por hora, cada uno en un salón distinto, pero para ello se requieren más terapeutas y la falta de recursos no lo han permitido.
“Contamos con la aportación de Estacionometros que nos permite seguir subsistiendo los gastos, así como una actividad permanente de chorizo para sacar los gastos, pero si requerimos más actividades como antes lo hacíamos” aseguró.
Finalmente dijo, que no solo tuvieron resultados negativos con el confinamiento como la deserción de los 18 alumnos, si no que gracias a que varios padres no tenían la obligación de ir a trabajar, se interesaron por los tratamientos de sus hijos, empapándose en lo que las maestras les pedían y se logró el avance de mucho de ellos, así como estrechar relaciones en la familia.