De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) el 60.4% de la población en el estado afirma que la inseguridad es el principal problema por encima de la salud y el desempleo

Ciudad Obregón, Sonora.- Un Sonora cada vez menos seguro, donde un alto porcentaje de su población ha sido víctima de algún tipo de crimen, y con nula confianza a las autoridades, es lo que muestran los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe); aquí una fotografía completa de la pesada herencia de inseguridad.

Y, aunque a nivel nacional la pandemia del Covid-19 ayudó en la disminución de los delitos, en Sonora la estela de violencia no se detuvo, al contrario incrementó 15. 8 por ciento. Durante la presentación del Envipe, Julio Santella, presidente de la junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dijo que 7 de cada 10 sonorenses de 18 años y más percibieron una mayor inseguridad en el estado. Por otra parte, 6 de cada 10 sonorenses dicen vivir con miedo en su municipio y 3 de cada 10 se sienten inseguros en su colonia.

Un problema latente
Los delitos que se cometieron con más frecuencia en Sonora fueron: robo, fraude, extorsión, amenazas verbales, lesiones entre otras, siendo el robo (en todas sus modalidades) el más representativo al presentar una tasa de 8 mil 141 por cada 100 mil habitantes.

El Envipe también destaca que de los 709 mil 816 delitos estimados para 2020, la víctima estuvo presente en 31.6 por ciento de los casos, de los cuales en 18.6 por ciento de los casos fue un delito con agresión física contra la víctima, lo que está por arriba de la media nacional de 17.6 por ciento. Otra cifra interesante, es que, en 64.7 por ciento de los delitos la víctima confesó que sólo participó un delincuente.

Gastan sonorenses 5 880.4 millones de pesos por inseguridad
Del monto total, el 46.9 por ciento de los sonorenses gastó en instalar medidas preventivas como alarmas, vigilancia privada en la calle o colonia, contratar seguros, adquirir armas de fuego o cambiarse de vivienda a un lugar más seguro. El 51.1 por ciento gastó como consecuencia de los delitos, es decir para reparar el daño, y el resto (2 por ciento) gastó como una consecuencia de los daños en la salud.