Delicias.- Hay alarma por las personas que piensan en un suicidio, ha llegado a niños de 8 años y personas jóvenes hasta los 30 y de cada uno que lo logra hay 20 más que lo intentan.

Debido al incremento de suicidios en la región el Psicólogo-Suicidólogo Héctor Baltierrez Ruiz, dio a conocer que es importante brindarle atención a las personas que están por esta situación ya que por cada persona que decide no vivir, 20 más intentan quitarse la vida de diversas maneras entre niños, niñas y adolescentes, quienes presentan conductas suicidas.

El Vicepresiente de la Red Mundial de Suicidología Voluntarios, resaltó que se han detectado que las personas que lo piensan van desde los 40 hasta 60años, por cada caso que lo consuma y hay otros 20 que lo intentan y lo más preocupante es el rango de edades que van desde los 8 hasta los 30 años.

“Las estadísticas fuertes van en edades de 8 hasta los 30, es la más grave, estoy recibiendo muchos niños, niñas y adolescentes con pensamientos de suicidio”, comentó.


Recalcó que hay que estar alertas a todas las señales de depresión, aislamiento, baja de calificaciones y cambios drásticos en el comportamiento, ya que a veces hay personas que llegan a un hospital por ingesta de medicamento y en lugar de identificar el problema como un intento es señalado como intoxicación.

En los últimos días cuatro personas decidieron terminar con su vida, lo que encendió los focos rojos para las autoridades.

Para finalizar dijo que estén alerta de algún familiar o allegado que pudiera encontrarse en riesgo de suicidio y decir alguna de las siguientes frases:

*Me voy a suicidar
*Me voy a morir
*Ya no quiero vivir
*La vida no vale la pena
*Me gustaría irme lejos y nunca regresar
*Prefiero estar muerto, nadie me entiende
*Es mejor morir que seguir viviendo este problema.

Si la persona ya refiere alguna de las frases o ya se intento hacer daño , realizar las siguiente acciones:

Llevar en ese momento al servicio de salud médico que le corresponde.

No critica y juzgar el dolor de esa persona
Acompañarle y no dejarle sola.

Quitar o esconder alguna método con el cual pudiera acercar daño (sogas, cuchillos, arma de fuego, medicamento, etc).

Que sea valorada por un especialista en salud mental. Lleve un tratamiento con psicología.

Por último recalcó e hizo un insistente llamado a los padres de familia, abuelos, tíos e incluso compañeros de trabajo y escuela para que estén atentos a estas señales.


Redacción: Cristal Gutiérrez | C3N