Una menor de 14 años ingresó a la madrugada del jueves, a las 12:00 am, debido a un embarazo de 7 meses de alto riesgo. Al llegar, los médicos observaron que el feto aún presentaba signos vitales y que la madre se encontraba en buen estado de salud.
Los familiares estuvieron a la espera de la llegada del bebé, esperando noticias, pero el tiempo comenzó a transcurrir lentamente. Pasaron varias horas sin recibir información sobre el estado de la joven, y así transcurrieron 24 horas sin novedades claras sobre la madre y su hijo.
Después de insistir, reclamar y hasta intentar ingresar a la zona de atención, los familiares recibieron la noticia de que el feto ya no tenía signos vitales, pero aún permanecía dentro del vientre de la madre. No se sabía si sería expulsado de manera natural o mediante cesárea.
Los familiares de la joven mencionan que, hasta el momento, el feto sigue dentro de la madre, lo que genera una gran preocupación por el estado de salud de la joven.
La hermana mayor de la paciente comenta que han sido tantas las veces que la revisan, que con cada una de ellas la joven se ve más lastimada. La madre, en su desesperación, llora de angustia y tristeza, lo que está resultando en una situación altamente traumática para la menor.
La familia solicita la solidaridad de los responsables de la institución médica, ya que están profundamente preocupados por la salud de la joven. A pesar de que el feto ya no está con vida, los familiares esperan poder darle cristiana sepultura.