Los Ángeles, el epicentro de las redadas por parte de ICE, registrá números bajos récord de arrestos en el último mes.

Dos meses después de que Trump pusiera en marcha una operación de deportación masiva, las nuevas cifras publicadas este miércoles por el Departamento de Seguridad Nacional, señalan que los migrantes detenidos este mes de julio fueron a penas 1,400, lo que significa 1,392 menos respecto al mes de junio (2,792 arrestos).

Esta sigue siendo una cifra notable en Los Ángeles, sin embargo, también representa una disminución notable, que defensores de los derechos de los migrantes muestran como ejemplo, cuando argumentan que se pudo haber conseguido el mismo resultado - a la larga- sin una política del miedo.

"La secretaria Noem desplegó a ICE y a la CBP para arrestar a inmigrantes indocumentados delincuentes, incluyendo terroristas, pandilleros, asesinos, pedófilos y depredadores sexuales", declaró un portavoz de la administración Trump el miércoles. "Seguiremos aplicando la ley y eliminando a los peores de los peores".

No parece que se vaya a cumplir la meta autoimpuesta por Trump de arrestar a 3,000 migrantes indocumentados en el país, a pesar de las estrategias de redadas espontáneas en las calles y lugares de trabajo, para así evitar la "ley Santuario”, que impide la aplicación de leyes migratorias en ciertos lugares donde es restringida la cooperación con las autoridades federales.

“Si no podemos arrestarlos en la cárcel, iremos a las comunidades”, declaró Homan, el czar de la frontera, y como quedó demostrado con la “operación Caballo de Troya” - en donde hubo 16 detenciones de indocumentados en un Home Depot - este y más métodos similares su usarán para el cumplimiento de estas políticas de migración.