Su diseño tiene origen en la Europa del siglo XIX, aunque se popularizó su uso un siglo después en México, gracias a las familias acaudaladas de Mérida pues buscaban una forma para que sus hijas pudieran ser cortejadas en las plazas de la ciudad sin tener contacto físico.
A Delicias llegaron hace 30 años gracias al presidente municipal Rogelio Muñoz O. Se podían encontrar alrededor de la Plaza Carranza, por desgracia hoy en día sólo quedan 3 debido al vandalismo y nulo interés en su conservación.
No dejemos morir las bellas tradiciones de nuestra ciudad y cuidemos las bancas que aún quedan, que representan décadas de valor cultural encaminadas a desaparecer.