Ciudad Delicias, Chih.— En medio de un ambiente de respeto, solemnidad y profundo duelo, este lunes se llevó a cabo el cortejo fúnebre del comandante Jorge Luis Bustamante Soto, quien hasta hace pocos días fungía como director de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y quien lamentablemente perdió la vida tras una dura batalla contra el cáncer, dejando una huella imborrable entre compañeros, familiares y ciudadanos que reconocen su entrega y servicio.
El homenaje inició en la funeraria Fátima, donde elementos del Ejército Mexicano se hicieron presentes para brindar honores militares al comandante caído, ya que además de su trayectoria como jefe policiaco, Jorge Luis Bustamante también perteneció a las filas castrenses, lo que dio un marco aún más emotivo a la ceremonia de despedida, en la que se escucharon palabras de reconocimiento y se montó una guardia de honor en su memoria.
Posteriormente, el cortejo avanzó desde la funeraria por distintas avenidas y calles principales de Ciudad Delicias, encabezado por patrullas y unidades oficiales, recorriendo por última vez la ciudad que durante años vigiló con compromiso, por lo que vecinos y ciudadanos que lo identificaban se asomaban a las banquetas para despedirlo con respeto, mientras se escuchaban las sirenas en señal de luto institucional.
El destino final del cortejo fue el Complejo de Seguridad Pública Municipal, en donde sus compañeros de corporación lo recibieron con honores, aplausos y visiblemente conmovidos, realizando una última formación para despedir a quien fuera su director y guía durante momentos clave para la institución, por lo que será en este recinto donde se le rinda el último adiós por parte de los elementos a su mando, siendo este el lugar donde se llevará a cabo el homenaje final.
De aquí, el cuerpo del comandante Jorge Luis Bustamante Soto partirá hacia el Panteón Jardines de Fátima, en donde finalmente será depositado, cerrando así el ciclo de servicio de un hombre que dedicó su vida a la disciplina, la seguridad y el bienestar de los delicienses.
Mauro Moreno