LAS DE CÓDIGO


Con la llegada del Día de las Madres, los comercios de flores han comenzado a instalarse en las afueras del panteón municipal, marcando el inicio de una jornada llena de emociones encontradas para cientos de personas que acuden a visitar a sus seres queridos.
Para muchos, esta fecha es un momento de celebración y alegría, pero para otros es un día marcado por la tristeza y la nostalgia. Cientos de personas se han congregado en el panteón para rendir homenaje a sus madres, abuelas y otras figuras maternas que ya no están físicamente presentes. Para algunos, estas visitas son una oportunidad para recordar y honrar el legado y el amor de quienes los criaron.
El ambiente en el panteón es una mezcla de emociones, donde se mezclan risas, lágrimas y recuerdos compartidos. Las tumbas y nichos están adornados con flores y recuerdos, mientras que las familias se reúnen para recordar a sus seres queridos y compartir momentos de afecto.
Sin embargo, entre los mensajes de amor y gratitud, también se hace presente un recordatorio importante: la importancia de valorar y apreciar a las madres mientras están presentes. En medio de la conmemoración, se escuchan voces que hacen un llamado a la reflexión, instando a los presentes a no maltratar ni golpear a sus madres, ya que el arrepentimiento llega tarde cuando ya no están.
El Día de las Madres es más que una celebración; es un recordatorio de la importancia de valorar y honrar el amor incondicional de las madres. En un día lleno de emociones, risas y lágrimas, la comunidad se une para recordar y celebrar el legado de aquellas que dieron tanto amor y sacrificio.