Ante la falta de recurso hídrico en las presas La Boquilla y Francisco I. Madero, los productores buscan alternativas para mantener sus cultivos
Continúan a la baja los niveles de las aguas subterráneas y superficiales en el Distrito de Riego 005 debido a la explotación de pozos, norias, tajos y cárcamos de bombeo para el riego agrícola. Ante la falta de recurso hídrico en las presas La Boquilla y Francisco I. Madero, los productores buscan alternativas para mantener sus cultivos.
Así lo alertó Víctor Reyes Cueto, ex integrante del comité de transferencia del Distrito 005 y presidente del módulo 3, quien estimó que alrededor del 30% de la superficie está actualmente cultivada, gracias al bombeo de aguas de pozos particulares y oficiales, así como de manantiales y otras fuentes superficiales.
Comentó que en estos días se han estado cosechando campos de cebolla, pero pidió a los agricultores no sembrar más, ya que los niveles freáticos y de aguas superficiales continúan en descenso.
“Las aguas de los manantiales, norias, tajos y drenes están bajando considerablemente. Esperamos que se normalicen las precipitaciones en junio para que los niveles puedan recuperarse y emerger a la superficie; incluso, muchos pozos profundos ya están bajando las tuberías de succión”, advirtió.
Recalcó que los usuarios deben ser cuidadosos en el manejo de los volúmenes de agua, tanto superficiales como subterráneos. Señaló que estos volúmenes se destinan principalmente a cultivos de alta demanda hídrica, como nogales y alfalfas, además de superficies menores con chile y cebolla.
Calculó que, bajo las condiciones actuales, se pueden regar cerca de 16 mil hectáreas de nogales, pero otras 15 mil hectáreas podrían desaparecer, al igual que 20 mil hectáreas de alfalfa.
El expresidente del módulo 3 recordó que a partir de la década de 1980 comenzaron las crisis hídricas recurrentes en el distrito de riego. Indicó que las recargas de los mantos freáticos no son constantes, pero los agricultores ya tienen experiencia en el manejo del agua.
Sin embargo, la escasez se ha intensificado en los últimos cinco años debido al aumento de la superficie agrícola en la región centro-sur, especialmente para cultivos con alta demanda de agua.
Por último, Víctor Reyes señaló que la sequía de 1994-1995, que obligó a cerrar las presas, no se compara con la actual, pues hace treinta años había menor superficie cultivable y menos pozos en operación.
información: El Heraldo de Chihuahua